La batería de medidas anunciadas ayer por el jefe del banco central europeo, Mario Draghi, han suscitado un gran entusiasmo en los mercados y en ciertos sectores de análisis económico, se trata sin duda de importantes medidas expansivas para estimular la economía de los países de la Eurozona y evitar el riesgo de deflación, un riesgo que se incrementó al bajar la inflación de la Eurozona al 0,5% en Mayo contra todo pronostico, sin embargo, las preguntas claves son ¿son suficientes esas medidas?, ¿ha cometido el BCE el mismo error que el banco de Japón hace 20 años? a continuación trataré de analizarlo.
Las medidas anunciadas han sido varias, entre las más importantes están el programa TLTRO que consistirá en la inyección de 400.000 millones de euros mediante dos subastas de liquidez para fomentar el crédito a pymes y particulares, los bancos tendrán hasta 2018 para devolver el dinero, esta inyección esta condicionada a que los bancos presten el dinero a la economía real, es decir a empresas y particulares para fomentar el empleo y el consumo, si no lo hacen el banquero italiano ha advertido que tendrán que devolver el dinero en 2016, otra medida anunciada es gravar con un 0,10% los depósitos que los bancos de la Eurozona guardan en la caja fuerte del BCE para empujarlos así a aumentar el crédito, una medida similar a la que tomó el banco de Dinamarca, hasta Abril la banca española tenia depositado en el BCE un total de 1960 millones de euros. Otra medida clave ha sido la bajada de tipos de interés del 0,25% al 0,15%, una bajada que abaratará el precio del dinero y hará bajar las hipotecas, también cabe destacar otra medida que consistiría en la suspensión de la esterilización de las inyecciones de liquidez, una esterilización que el BCE aplicaba para evitar política expansiva y por lo tanto evitar que aumente la inflación, pero como el escenario es la baja inflación, la suspensión de dicha esterilización persigue aumentar la inflación para alejar la Eurozona de la deflación.
La reacción de los mercados no se hizo esperar, nadie oculta su entusiasmo, el IBEX-35 ha alcanzado los 11.000 puntos hoy, sin embargo hay quien duda de la efectividad de las medidas, hoy ha sido la agencia de calificación de deuda Fitch quien ha cuestionado la suficiencia de la batería de medidas anunciadas ayer, la agencia estadounidense argumentó que las medidas podrían alejar a la Eurozona de la deflación pero que probablemente no sean suficiente para que la inflación aumente al 2%, el nivel que el BCE pretende alcanzar, las dudas de Fitch son razonables, más aún con la revisión a la baja de la previsión del IPC para este año por parte del organismo emisor europeo que pasa de prever una inflación del 1% para este año a un 0,7%, lo peor para países como España, Grecia o Portugal es que el BCE vela por la inflación media de la Eurozona, no por la de un país en concreto, y teniendo en cuenta que la inflación de España esta varias decimas por debajo de la media de la Eurozona, concretamente en el 0,2% en Mayo, España y esos paises pueden temer lo peor, ya que con su nivel de endeudamiento no les conviene para nada este escenario de inflación baja/deflación ya que eso aumenta el peso de la deuda frente al PIB, lo que necesitan dichos países es una inflación de al menos un 4% para combatir la lacra de la deuda que amenaza su futuro, el BCE se equivocó al no presentar un plan de política monetaria más activa incluyendo una rebaja de tipos de interés al 0,10% o 0,05%, una devaluación competitiva del Euro y un programa de flexibilización cuantitativa (QE) para comprar activos públicos y privados, porque el problema esencial para varios países de la Eurozona es la apreciación del Euro que les impide exportar más que es lo que les convendría, y las medidas anunciadas ayer no debilitaron el Euro, sigue valiendo más de 1,36 dólares, aunque teniendo en cuenta que el BCE esta claramente bajo control alemán, las medidas anunciadas ayer suenan heroicas.
Una comparación que pocos se paran a analizar es la política del Banco de Japón (BdJ) frente a la crisis de la burbuja inmobiliaria japonesa a finales de los años 80/principios de los 90 y la actuación del BCE en la actual crisis, el organismo emisor japonés cometió el terrorífico error de actuar con varios años de retraso lo que condenó al país nipón a 20 años de deflación y estancamiento económico, el escenario parece repetirse en el caso del BCE, la FED ha tenido una actuación mucho más rápida y cotundente frente a la crisis del subprime, a finales de 2008 ya había bajado los tipos de interés muy por debajo del 1% y en 2009 puso en marcha el programa de compra de activos QE, el BCE en cambio no bajó los tipos del 1% hasta julio de 2012, 4 años después del comienzo de la crisis, y las medidas anunciadas ayer debieron ponerse en marcha al menos en 2009, la similitud entre la reacción tardía del BdJ y el BCE son evidentes.
También suena curioso que dichas medidas expansivas se anuncien justo después de los grandes resultados obtenidos por parte de los partidos euroescépticos en las pasadas elecciones al parlamento europeo del 25 de Mayo, no es casual, Alemania observa con especial preocupación el aumento masivo del euroescepticismo en uno de sus socios vitales que es Francia, de ahí a que estos últimos días el Bundesbank ha mostrado cierta flexibilidad, hace tan solo un mes se oponía radicalmente a una política monetaria más expansiva.
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